El #QuedateEnCasa está siendo una de las armas más importantes en la lucha contra la crisis sanitaria COVID-19. Creo que siempre viene bien cualquier truco o recomendación para sobrellevar de la mejor manera, física y mental, este confinamiento domiciliario. Por tanto, aquí va mi granito de arena para intentar ayudar a todos los que tengáis algún grado de edema en piernas porque el retorno venoso /o linfático no es el adecuado.
La terapia compresiva es el pilar del tratamiento de la hipertensión venosa, pero siempre ha de ir asociada a ejercicio físico (adaptado a la situación de cada persona) y medidas antiedema (esencialmente reposo con los miembros inferiores elevados), como vimos en el post «Decálogo imprescindible en la lucha contra la hipertensión venosa». En la entrada del blog “Flebolinfedema, una palabra que deberíamos utilizar más” explicamos la necesidad del ejercicio físico para activar la bomba muscular plantar y gemelar, y así promover la circulación venosa y linfática. Como también comentamos en el post “Venda y vendaje: no es lo mismo”, cuanto mayor índice de rigidez tenga el sistema de compresión utilizado, más eficaz será para resistir a la contracción muscular y conseguir picos de presión elevada que crean oclusiones venosas breves e intermitentes, similares al funcionamiento fisiológico valvular. Al ser tan relevante la contracción del músculo, la atrofia muscular o la limitación de la movilidad podrían disminuir la eficacia de los vendajes compresivos.
Entonces, si es tan importante el ejercicio, ahora que no podemos salir a caminar, ¿qué podemos hacer en casa para favorecer el retorno venoso?
Las personas más jóvenes, con pocos problemas articulares y buena movilidad, pueden hacer tablas de ejercicios, con o sin aparatos (bicicleta estática), para activar la bomba muscular de la pantorrilla y planta del pie (no olvidemos que la musculatura plantar es muy importante).
Sin embargo, ser mayor y tener movilidad reducida, además de otros problemas asociados, no implica que sea imposible activar la bomba muscular. Aquí os dejo ejercicios de flexión dorsal y plantar del tobilo que podéis hacer en series, por ejemplo, de 20 repeticiones varias veces al día, siempre que os acordéis. Lo ideal es realizarlos completamente acostados boca arriba, con las piernas elevadas, apoyadas sobre 2-3 cojines/almohadas. Si estar echado en la cama sólo es posible por las noches, aprovecharemos este momento para hacerlo así y, el resto del día, lo podemos hacer sentado, con las piernas elevadas.
Como dijimos al principio, las medidas antiedema son fundamentales, por lo que recomendamos mantener las piernas elevadas siempre que se esté sentado. En caso de tener dificultad para mantener mucho tiempo las piernas elevadas, que sería lo óptimo, también podemos hacer los siguientes ejercicios para activar la bomba muscular.
Si complicamos el caso y, además de flebolinfedema e immovilidad (silla de ruedas), también hay cierto grado de arteriopatía (ITB>0,5), el vendaje con un alto índice de rigidez con presiones menores de 30 mmHg (o el sistema con cierre tipo velcro) es una opción segura y efectiva si se realizan los ejercicios de dorsiflexión y flexión plantar que acabamos de ver.
Antes de acabar, recordar que estos ejercicios, además, ayudan a mantener o mejorar la flexibilidad de esta articulación, fundamental para un adecuado funcionamiento de la bomba muscular plantar y gemelar durante la marcha («Improving the calf pump using home-based exercises for patients with chronic venous disease»).
Aprovecho para mandaros a todos un enorme abrazo. La consulta de heridas presencial estará cerrada un tiempo, pero todo lo que pueda resolveros telemáticamente, no dudéis en consultarme. Las próximas semanas mi labor será muy diferente a la habitual y tendré un nuevo equipo, formado por profesionales excepcionales, enormemente solidarios, que dan a diario lo mejor de sí mismos para ayudar a las personas con COVID-19. Cuidaos mucho:)
Elena, qué grande eres!
Gracias, querida Concha! Muchos besos