¿Cuántas veces nos habremos hecho esta pregunta profesionales sanitarios, cuidadores y, por supuestísimo, los personas que las sufren en su propia piel?
Sin duda, hay muchas maneras de hacer las cosas (especialmente en el campo de la cicatrización) y en la mayoría de los casos no tenemos muy clara cuál es la mejor. Sin embargo, en este tipo de úlceras, en pacientes mayores, con múltiples comorbilidades, el manejo más frecuente es conservador, con uso de productos que no consiguen promover la cicatrización y con las consiguientes complicaciones asociadas (mal control del dolor, infecciones, hospitalizaciones). El impacto de estas úlceras en la calidad de vida de las personas mayores es enorme. En muchos casos nos encontramos con personas de más de 90 años, sin ninguna patología asociada, a las que la aparición de una herida de este tipo, tras un golpe tonto contra la pata de una silla, les cambia la vida. Dejan de andar, se aislan, se deprimen, sufren un dolor insoportable que ha de tratarse con analgésicos con efectos secundarios…
Como comentamos en el post «Grandes heridas tras pequeños traumatismos en pierna», la edad, la hipertensión y la diabetes favorecen el proceso denominado arteriolosclerosis, que consiste en el engrosamiento y disminución de elasticidad de las paredes de las pequeñas arterias (arteriolas), en algunos casos con presencia de calcificaciones. Como también expliqué en esa entrada, la arteriolosclerosis podría ser el desencadenante del círculo vicioso necrosis-inflamación, causante de estas grandes úlceras tras mínimos traumatismos.
Volviendo al título de este post, «¿Cómo cerramos estas grandes úlceras tras pequeños traumatismos?», en nuestra consulta lo tenemos muy claro… Teniendo en cuenta que consideramos que la úlcera de Martorell y la arteriolopatía postraumática asociada a la edad comparten aspectos clínicos y ambas presentan arteriolosclerosis, se podrían considerar lesiones en un mismo espectro que se benefician del mismo tratamiento, es decir, los injertos en sello🙂Ver post «Grandes heridas tras pequeños traumatismos en pierna» e «Interés de la precocidad de los injertos en sello sobre la úlcera de Martorell».
Siempre intentamos preparar lo mejor posible el lecho de la herida para aumentar el porcentaje de prendimiento de los injertos. Sin embargo, el dolor, muchas veces asociado a cierto grado de deterioro cognitivo, dificulta un adecuado desbridamiento. Nuestras soluciones ante este frecuente problema son la irrigación con sevoflurano, como analgésico y vasodilatador («¿Habías oído hablar del beneficio del sevoflurano tópico en heridas?» y los injertos precoces y secuenciales en lechos subóptimos. La cobertura secuencial con injertos en sello (cada 2-3 semanas) implica que con las primeras sesiones podemos conseguir una progresiva limitación de la necrosis, contracción de la herida, disminución del dolor y aumento del tejido de granulación, lo que favorecerá el prendimiento de los posteriores injertos. Es decir, aunque no prenda ningún injerto que coloquemos sobre un lecho inicial con mucho esfacelo, esta cobertura precoz promoverá la liberación de células y factores de crecimiento esenciales para la cicatrización, además de tener un importante efecto analgésico (Ver post «El injerto en sello como analgésico en heridas dolorosas»)
Otros aliados en esta estrategia antiinflamatoria y favorecedora de la epitelización de estas úlceras postraumáticas por arteriolopatía asociada a la edad (que también empleamos en la úlcera de Martorell) son:
-El corticoide tópico (Ver post:«El interés del corticoide tópico en la úlcera de Martorell»)
-El óxido de zinc (Ver post: «¿Por qué utilizamos zinc tópico en las heridas y la piel perilesional?»el óxido de zinc»)
-La terapia de presión negativa (Ver post: «Los injertos en sello y la terapia de presión negativa: una pareja de éxito»)
–Terapia compresiva adaptada a las comorbilidades y tolerancia de la persona, con otras medidas antiedema.
-La protección de la piel perilesional, esencial ya que las personas mayores presentan habitualmente fragilidad cutánea (Ver post «Heridas por dermatoporosis o insuficiencia cutánea crónica»)
Acabo este post compartiendo un caso que acabamos de publicar, que espero os resulte inspirador para ayudar a vuestros pacientes:)
early and sequential punch grafting arteriolosclerosis