La importancia de la pisada y el calzado en la úlcera venosa

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¡Qué poco se habla de la importancia de la pisada y del calzado en las personas con úlcera venosa! En este post vamos a entender por qué es importante concienciarnos sobre su relevancia.

Como vimos en el post, «La insuficiencia venosa crónica desde una perspectiva dermatológica»  el fallo de la bomba muscular es uno de los desencadenantes de la hipertensión venosa, que es la causa de todas las alteraciones cutáneas enmarcadas en la insuficiencia venosa crónica.

Además de la activación de los músculos de la pantorrilla, la bomba plantar es fundamental para disminuir la hipertensión venosa ambulatoria y, por tanto, promover la cicatrización de la úlcera venosa.

Cada vez hay más concienciación de la necesidad de una compresión terapéutica óptima, para aumentar la eficacia de la contracción muscular del gemelo, pero no le damos la suficiente importancia al calzado ni a una pisada efectiva para activar la bomba plantar

Aunque hay pocos estudios sobre el tema, los que se han publicado sugieren que las alteraciones en la estática del pie pueden ser un importante, pero infraestimado, factor de riesgo de la enfermedad venosa crónica.

Los estudios anatómicos de la bomba del pie indican que el reservorio venoso se encuentra en las venas plantares laterales. Cuando la planta del pie presiona el suelo, las venas plantares laterales se vacían y se favorece el retorno sanguíneo por las venas tibiales posteriores y por el sistema de la safena interna a través de las perforantes mediales del pie. Por lo tanto, la presencia de alteraciones en la estática del pie podría ser una buena explicación para la alteración del retorno venoso durante la deambulación.1 Además, una pisada inadecuada produce cambios posturales que pueden reducir la eficacia de la bomba muscular del gemelo.

En un estudio retrospectivo con 412 pacientes (824 pies), atendidos por un mismo flebólogo, se registraron los trastornos en la estática del pie. El 62,2% eran mujeres y el 59,3% tenían una clasificación CEAP de C3 o superior. El 31% presentaban alguna alteración de la estática del pie (16,6% pies cavos y 14,5% pies planos), pero a partir de C2 la prevalencia ascendía al 38%. Se encontró una asociación estadísticamente significativa entre la gravedad de la enfermedad venosa y la presencia de estas alteraciones .2

Otro estudio prospectivo con 24 pacientes con enfermedad venosa crónica sintomática y alteraciones de la estática del pie (la mayoría mujeres con pie cavo), muestra cómo la corrección de las alteraciones de la pisada con una plantilla puede tener efectos comparables  a una media de compresión terapéutica (18 mmHg) en la calidad de vida y los síntomas. De hecho, los autores sugieren que muchos síntomas de los pacientes con varices (dolor, pesadez, calambres) probablemente no tengan un origen venoso, sino en las alteraciones posturales secundarias a anomalías en la pisada. Recomiendan, por tanto, una evaluación biomecánica del pie en todos los pacientes con enfermedad venosa crónica y, en caso de ser necesario, el uso de plantillas asociado a la terapia compresiva para optimizar la eficacia de las bombas veno-musculares del pie a la cadera durante la marcha y, por tanto, mejorar los problemas posturales y combatir la hipertensión venosa.3

Por otro lado, si está tan claro que el retorno venoso comienza en la  planta del pie  y el adecuado funcionamiento de esta bomba es clave, ¿por qué siguen saliendo de la consulta pacientes con un zapato en el que no les cabe el vendaje, que lo desplaza o que no les permite una marcha normal?

Teniendo todo esto en cuenta, especialmente la frecuencia de alteraciones en la pisada de estos pacientes y su potencial repercusión, las recomendaciones prácticas para las personas con úlcera venosa deberían ser las siguientes:

  • Mientras utilicemos vendajes, el calzado ha de ser ancho, con cierre que se adapte al pie, que aporte comodidad y estabilidad durante la marcha.
  • Para prevenir la recidiva, además de una media de compresión terapéutica, será importante el uso de un zapato adecuado y un estudio biomecánico del pie realizado por un podólogo por si es necesaria una plantilla

Un tema que necesita, sin duda, más estudios …¡Me encantará que los podólogos compartáis vuestra opinión y experiencia en este tema!:)

Referencias:

  1. Uhl J-F, Gillot C. The foot venous pump. Anatomy and physiology. Phlebolymphology 2010;17:151– 8
  2. Uhl JF, Chahim M, Allaert FA. Static foot disorders: a major risk factor for chronic venous disease? Phlebology. 2012 Feb;27(1):13-8.
  3. Uhl JF, Chahim M, Allaert FA. Compression versus inner sole for venous patients with foot static disorders: a prospective trial comparing symptoms and quality of life. Phlebology. 2015 Feb;30(1):32-8. 

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