Otro post más sobre tratamientos tradicionales, que sabéis que es un tema que me encanta;) Desde hace tiempo tenía en mente dedicarle una entrada del blog a los fomentos de té negro, pero la falta de evidencia disponible me desanimaba a hacerlo… Sin embargo, me he decidido tras escuchar hablar de él en una ponencia sobre novedades en el tratamiento de la dermatitis en el congreso CILAD VIRTUAL. Antes de centrarnos en el tema del post, me gustaría agradecer a mi amigo y gran experto en heridas, José Contreras, que me haya propuesto para moderar con él la mesa sobre heridas de este congreso, en la que participaron algunos de los mayores expertos en heridas del mundo:)
Volviendo al té negro, lo primero que hay que decir es que es un tratamiento muy utilizado desde hace años entre los dermatólogos de cultura germánica, a pesar de que, hasta muy recientemente, no había estudios publicados sobre el beneficio de su uso. ¿Y cómo me enteré yo de este tratamiento si no había evidencia disponible? Hace 3 años cuando realicé una estancia en el Hospital Universitario de Zürich y vi que mi amigo Jürg Hafner, super experto en heridas, lo utilizaba.
La experiencia con este tratamiento en nuestra consulta es muy buena. Lo utilizamos sobre todo en dermatosis pustulosa y erosiva de cuero cabelludo y de pierna, en los que recomendamos su aplicación dos veces al día combinada con el corticoide tópico.
Hasta hace un año no había nada publicado en la literatura sobre este tratamiento, pero aquí tenéis un artículo en el que se evidencia su gran beneficio en casos de eccema facial.
Este estudio es prospectivo, no comparativo e incluye 22 pacientes con dermatitis facial (atópica o eccema de contacto). Los pacientes se aplicaron fomentos de té negro y crema emoliente durante 6 días. Para prepararlos, hacían una infusión con una bolsa de té negro de 2g en 200 ml de agua durante 10 minutos. Esta primera infusión se desechaba y se hacía una segunda dilución con esa misma bolsa, que se dejaba enfriar a temperatura ambiente y ya era la infusión utilizada para empapar las compresas durante varios días de tratamiento. La frecuencia de aplicación del té negro fue decreciente (5 veces al día los primeros días, reduciéndose a 3 aplicaciones a partir del tercer día en función de la mejoría). El tiempo que se recomendaba mantener el fomento era 20 minutos. Se halló una reducción muy significativa en todas las escalas de evaluación de signos y síntomas de actividad del eccema en los tres primeros días de tratamiento, y esta mejoría continuó hasta el día 6. No se observaron efectos adversos.
Vamos a aprovechar las referencias de este artículo para saber un poco más sobre las propiedades y efectos del té negro (aunque os adelanto que no se sabe mucho…)
Los mecanismos por los que los fomentos de té negro tienen un efecto tan interesante aún no se han estudiado, pero parece que es interesante no sólo el principio activo, sino también su modo de aplicación. En primer lugar, se sabe que el té negro contiene sustancias astringentes (taninos) y flavonoides, con sus conocidas propiedades antiinflamatorias. En segundo lugar, la aplicación de fomentos (compresas empapadas en una solución acuosa) reduce inflamación epidérmica aguda.
Pueden utilizarse de manera combinada con emolientes (como en el estudio que acabamos de ver) o con corticoides tópicos, que es como lo utilizamos en nuestra consulta. La frecuencia de aplicación dependerá de la evolución de las lesiones.
Algo importante a tener en cuenta es que el té negro contiene níquel. No está claro si su concentración es suficiente para producir hipersensibilidad en pacientes con alergia al níquel, pero algunos dermatólogos alemanes lo consideran una contraindicación para su uso.
Este tratamiento tan barato y seguro puede ser muy interesante para esos eccemas exudativos, sobre todo en piernas, que nos encontramos tan a menudo en nuestros pacientes.
