Acaban de tener lugar en París las Journées Cicatrisations 2017 , el congreso anual de la Societé Française et Francophone Plaies et Cicatrisations. Es una reunión de alto nivel científico, en la que participan activamente profesionales de las diferentes disciplinas relacionadas con el mundo de las heridas.
Si tuviese que elegir un adjetivo para resumir mi experiencia en estas jornadas, éste sería “extremadamente enriquecedora”. Me gustaría destacar la novedad, utilidad y claridad de los contenidos de las sesiones, así como la motivación de los expertos ponentes y las dinámicas discusiones motivadas por los participantes. Sin duda, un congreso con un programa muy didáctico. No ha sido fácil seleccionar las sesiones a las que asistir… Si no hubiesen coincidido en el tiempo, habría sido un placer poder escucharlas todas.
Por otro lado, me ha encantado que el primer número de la “Revue Francophone de Cicatrisation”, nueva revista científica que han presentado durante estas jornadas, incluya una monografía sobre los injertos cutáneos en heridas.
Si hablas francés, te recomiendo enormemente este congreso. Yo ya he reservado la fecha para las Journées Cicatrisations 2018!
A continuación voy a compartir con vosotros algunos temas que se han tratado en la reunión. Los he elegido por su interés, ya que invitan a la reflexión y a la discusión.
La telemedicina en las heridas ha sido la gran protagonista de estas jornadas. Este modelo de asistencia está proliferando en Francia y representa una verdadera revolución. Se presenta como una solución para facilitar el acceso a la opinión del experto en poblaciones aisladas, sin centros especializados en heridas cercanos o para pacientes con movilidad reducida. En la actualidad hay varios proyectos en marcha para determinar la utilidad de este tipo de consulta. Los análisis coste-beneficio apuntan a una reducción del gasto, principalmente por ahorro en transporte, sin afectar a la tasa de cicatrización. La posibilidad de realizar una consulta médica a distancia es una puerta de acceso a la valoración por el especialista y permite un seguimiento ambulatorio, que disminuye los días de ingreso. En nuestro medio es un aspecto muy importante, ya que la falta de diagnóstico adecuado y de seguimiento médico son factores que dificultan los cuidados por parte de enfermería. Estas herramientas interactivas permiten la organización en redes de trabajo dinámico, en las que el intercambio de conocimiento es constante, con el consiguiente beneficio para el paciente. Aquí os dejo una presentación animada sobre los beneficios de una de las plataformas virtuales de expertos en heridas que se está probando, Télécical. Sus primeros resultados, de marzo a octubre de 2016, con 37 pacientes (69 heridas) coinciden con el de otras iniciativas similares: disminución de desplazamientos, ausencia de sobrecarga de trabajo del personal, posibilidad de seguimiento hasta la cicatrización y satisfacción del paciente y los cuidadores. ¿Tienes experiencia en telemedicina?
La problemática ligada a las heridas dolorosas, con un enorme impacto en la calidad de vida de los pacientes, ha sido una constante en estas jornadas. Con respecto a estrategias de manejo local de estas heridas, en especial la úlcera de Martorell (ver post “Claves para entender la úlcera de Martorell”), los hidrogeles, el dispositivo de terapia de presión negativa PICO y, sobre todo, los microinjertos cutáneos autólogos, destacan por su potencial efecto analgésico. Mi experiencia lo confirma, ¿y la tuya?
Con respecto al dolor durante las curas, aquellos profesionales que emplean el protóxido de nitrógeno tienen una excelente experiencia en la mejoría de la tolerancia, por su efecto sedante, ansiolítico y amnésico. Se trata de una mezcla gaseosa (50% de oxígeno y protóxido de nitrógeno) que el paciente inhala mediante una mascarilla. Su acción es rápida, el paciente permanece consciente y su efecto es reversible a los pocos minutos de suspender la inhalación. Es seguro y eficaz, pero ha de emplearse en salas con una ventilación adecuada. Es una técnica que se emplea desde hace años en diferentes procedimientos médicos dolorosos, especialmente en niños.
Por otro lado, varios ponentes han hecho referencia a la hipnosis como método analgésico durante las curas, pero no han entrado en mayor detalle. El dolor es el resultado de componentes cognitivos, sensoriales y afectivos. La hipnosis no es una técnica en absoluto novedosa, de hecho se empezó a emplear en cirugía en el siglo XIX y cayó en desuso con la aparición de los fármacos anestésicos. A pesar del esoterismo y falta de rigor científico con la que se ha asociado, múltiples estudios avalan su interés como adyuvante analgésico. Se ha asociado con disminución del uso de analgésicos, reducción de la ansiedad asociada a las curas y mayor efectividad de las mismas, con beneficio en el proceso de cicatrización (Berger MM. Burns 2010). Los mediadores psicológicos tienen un papel muy importante en la vivencia del dolor y los procedimientos que generan un contexto donde se facilita el cumplimiento de las sugestiones pueden ayudar. El problema es que no todos los pacientes son sugestionables y el personal ha de estar formado en la técnica.
Sin embargo, existen otras estrategias más fácilmente aplicables, como las técnicas de relajación o la música (Ver post “¿Y si curamos con música?), que favorecen el afrontamiento del dolor influyendo en la respuesta analgésica.
El papel esencial de la compresión ha sido un tema constante en todas las sesiones sobre heridas en piernas. Se le han dedicado un gran número de sesiones teóricas y ha habido talleres prácticos. Como podéis comprobar en otras entradas de este blog, estoy especialmente concienciada con necesidad de generalizar el uso de una terapia de compresión adecuada. ¡La úlcera venosa es un problema de hipertensión venosa y su tratamiento de elección es la compresión!
De las innovaciones presentadas en estas jornadas, me centraré en una: Pareplaie. Se trata de un polímero sintético dispuesto en malla, diseñado con el objetivo de proteger las extremidades de los pacientes con fragilidad cutánea. Como comentamos en el post dedicado a la dermatoporosis, con el progresivo envejecimiento de población, la insuficiencia cutánea crónica es una situación clínica cada vez más frecuente. Aunque la experiencia con este nuevo dispositivo todavía es limitada, el concepto es muy interesante. Busca responder a una necesidad que en el momento actual no está cubierta: la prevención de complicaciones por fragilidad cutánea. ¿Acaso no se os acaba de pasar por la cabeza algún paciente que se podría beneficiar de este producto?
Con respecto a la infección de las heridas, en estas jornadas se han subrayado algunos conceptos que, aunque no son nuevos, son fundamentales y viene bien recordarlos:
– Las heridas crónicas están colonizadas por bacterias
– Si no hay sospecha clínica de infección, no ha de tomarse una muestra para cultivo
– Los antibióticos tratan la infección, no la herida. La antibioterapia no influye en la evolución de heridas no infectadas
– La detersión mecánica es la medida más eficaz para atacar y destruir el biofilm
– El abuso de los antibióticos implica la aparición de resistencias y, por tanto, temibles consecuencias.
A raíz de la ponencia titulada “ Ética y heridas”, me gustaría hacer una reflexión sobre la complejidad clínica, psicológica y social con la que nos encontramos frecuentemente los profesionales dedicados al campo de la cicatrización. Vamos a recordar los principios de bioética que han de regir la práctica de todo profesional sanitario: autonomía (respeto a la voluntad del paciente), beneficencia, no maleficencia y justicia (evitar situaciones de desigualdad). La mayoría de nuestros pacientes son mayores, con diferentes comorbilidades, implicación familiar y algunos se encuentran en la fase final de la vida. Las guías clínicas no nos dicen qué hacer antes los interrogantes bioéticos. Antes de cualquier intervención, hemos de plantearnos cuál es el objetivo de nuestra actitud terapéutica e informar al paciente y a la familia. La pregunta ha de ser siempre ¿qué es lo mejor para el paciente?, y no ¿qué es lo mejor para la herida? Lamentablemente, muchas veces no tenemos respuesta…
Me gustaría acabar este post recordando algunas frases, no textuales, que la fisioterapeuta RuthAnn Farnstone mencionó en su emotiva ponencia sobre lecciones que había aprendido en el cuidado de quemados en diferentes países y situaciones críticas. Creo que son especialmente motivadoras para todos los que nos dedicamos al mundo de las heridas:
- Cuando los recursos son limitados, hay 2 opciones: deprimirse o ser creativo. La actitud es lo que cuenta.
- El conocimiento que no se enseña o se pone en práctica, se pierde.
- Si te enfrentas a retos, el trabajo en equipo es lo que marca la diferencia.
Te adoro por mantenernos tan bien informados, cuantas verdades reflejan tus palabras. Veo con agrado que cada vez y con mas frecuencia se habla de la compresión/contención como concepto analgésico.
Desde hace años uso el sevofluorane como pauta ópica y con excelentes resultados, vamos a reunirnos en Albacete para hablar de este tema. Te pasare la invitación por si pudieras venir, te gustaría
Un abrazo
Queria consultar sobre los apositos que contienen ibuprofeno que se van liberando de a poco al aplicarlo sobre las heridas ..Escuche hablar de esto en alguna oportunidad..
Una página estupenda. Encantado de haber intercambiado conocimientos en el Congreso SEHER2017.